Temas para vivir mejor

¿CÓMO DEJAR QUE CADA QUIEN CARGUE CON LO SUYO?


¿CÓMO DEJAR QUE CADA QUIEN CARGUE CON LO SUYO?

 

 

En incontables ocasiones de mi vida,  he sido “víctima” de las dudas, prejuicios y miedos de otras personas, que me los quieren echar encima. Cada vez que tomo decisiones importantes, me encuentro con ese tipo de reacciones: ¡te vas a quedar sin trabajo!; ¿no irás a cometer un error? ¡te puedes arrepentir!; ahora no es buen momento para eso;  es muy riesgoso!; ¡mejor piénsalo dos veces!; ¡te van a robar!; ¡eso no funciona!, mi hermano  fracasó; ¿y si no te va bien?.

 

Esto a todos nos sucede. Si vamos a comprar un coche, escuchamos en el proceso mil opiniones respecto a la marca, color, precio, momento del año propicio o no. Si vamos a comprar una casa, hacer un viaje, casarnos, divorciarnos, tener otro bebé, cambiar de trabajo, abrir un negocio, comprar una televisión o lo que sea, todos tienen algo que decir, bueno o malo, recomendable o no, conveniente o inconveniente. Y está bien… todos están en su derecho de opinar.

 

Sin embargo, es muy importante que nos demos cuenta, que cada una de esas opiniones tiene una fuerte carga emocional y energética, ya sea de miedo, de duda, de envidia, de gusto, o de otra índole. También tiene una carga energética mental, compuesta de las imágenes que los comentarios de las personas conllevan y que, nos demos cuenta o no, nos hacen crear nuestras imágenes sobre el asunto.  Y a fin de cuentas, ya no es nuestra propia opinión, decisión, sentimiento o creencia, sino la combinación de todas las de las demás personas.

 

La influencia que ejercen las cargas energéticas provenientes de otros, es inmensa. La mayoría no es consciente de esto, y simplemente se sentirán confundidos, temerosos, y con la mente nublada sobre el asunto en cuestión. Tomar una decisión importante, o emprender acciones bajo la influencia de esa contaminación mental y emocional, no es conveniente. Nuestras decisiones y acciones, deben provenir de nuestra propia guía interior, y de nuestra intuición combinada con el análisis de la realidad externa.

                                                                                                                                

Te voy a proponer algunas alternativas para lidiar con esta situación, que te ayudarán a “limpiar” la energía que viene de otros como emociones o imágenes, y contaminan las  propias. Yo las practico todo el tiempo. Las primeras son propuestas por mí, y al final expongo la del Dr. Harold Moskovitz, que aunque también muy sencilla de llevar a cabo, es poderosísima, tanto como las que a continuación veremos.

 

Se trata de lo siguiente: cuando le estás platicando tus planes o decisiones a alguna persona y comienza a lanzarte sus advertencias, recomendaciones, miedos. etc., o mejor aun antes de que comience a lanzártelas, imagina que pones una pared de luz entre tú y ella, de manera que cada comentario -que como ya dijimos trae una fuerte carga energética-, rebota de regreso hacia la persona, puesto que esa energía le pertenece, no es tuya, y la energía reconoce su origen.

 

A veces también hago lo siguiente, sobre todo cuando se trata de asuntos profesionales y formales, y estoy tratando con alguien a quien no le tengo la confianza que le tendría a un amigo: si estamos sentados ante una mesa, discretamente pongo “algo” en el centro de la mesa, lo que tenga a la mano, un plato, una servilleta, un vaso, y en mi mente lo designo como el recipiente de toda la energía (con su carga de miedos, dudas, envidia, etc.) que proviene de esa persona. Una vez que terminamos y estamos a punto de despedirnos, en un acto consciente e intencional, pero muy discreto, muevo el “recipiente” y lo acerco a la persona, para devolverle SU energía; para que se la lleve, porque no es mía. 

 

Cuando estoy con alguien a quien le tengo confianza, de plano le digo, esos son tus miedos y prejuicios, no los míos, así que no me los eches encima.

 

La siguiente propuesta, ha sido planteada por el Dr. Harold Moskovitz, en su libro “Manual para operar un cuerpo humano”. Yo la he practicado muchas veces en relación a diversas situaciones de mi vida, y en cada ocasión me ha impresionado el poderoso efecto que tiene.

 

Se trata de lo siguiente: Te sientas cómodamente, cierras tus ojos, te relajas por unos momentos y luego colocas frente a ti (a dos metros de distancia más o menos) una imagen muy específica de eso que quieres crear en tu vida. Si quieres comprar un coche por ejemplo, pones la imagen del mismo; si quieres establecer tu negocio, esa imagen pondrás, o cualquier otra situación u objeto que deseas conseguir. La imagen debe ser muy específica: colores, formas, etc. Asegúrate de que sea tal como tú la deseas.

 

Enseguida te imaginas que pones un tubo en la base de la imagen, y lo entierras muy profundo en la tierra. Luego pintas de un cierto color, -digamos azul- la energía de otros que haya en esa imagen frente a ti, y la drenas toda por el tubo de contacto con la tierra. Ves como toda esa energía azul, que es de otros, se va por el tubo hasta el centro de la tierra.

 

Luego pinta de otro color -rojo digamos-, la energía tuya que haya en la imagen, (tus miedos, dudas, prejuicios, etc.) Y también drenas esa energía roja por el tubo y la mandas hasta el centro de la tierra. Ahora ve la imagen sólo con el contorno, como en los libros de dibujar, y rellénala con una brillante y hermosa luz dorada que bajas del cielo, universo, cosmos o como tú quieras llamarle. 

 

Enseguida mete tu imagen llena de esa luz dorada, dentro de un globo de color rosa, y déjala ir, suéltala, envíala al universo para que te la regrese manifestada en el mundo físico.

 

Te recomiendo mucho que experimentes estas propuestas. Te sorprenderá como cambian las cosas cuando tus actos y decisiones provienen sólo de ti… Compruébalo, disfrútalo y… ¡Buena suerte!

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Facebook

Registro

REGISTRATE para recibir información sobre la autora y sus libros

Debes ingresar un correo