Temas para vivir mejor

¿CÓMO RECUPERAR LA CONFIANZA PERDIDA DESPUÉS DE UNA INFIDELIDAD?


¿CÓMO RECUPERAR LA CONFIANZA PERDIDA DESPUÉS DE UNA INFIDELIDAD?

 

 

Tal vez deberíamos empezar con la pregunta: ¿se puede?  Sí, sí se puede.  Muchísimos casos de infidelidad he atendido en mi consultorio, porque lamentablemente es una situación muy común y frecuente entre las parejas, y puedo asegurar sin temor a equivocarme, que cuando estas llevan a cabo un comprometido trabajo terapéutico, sí es posible.

 

Cada  quien podrá tener sus propias creencias y postura ante la infidelidad y todas son muy respetables.  Qué se yo… lo único que sí sé, es que tarde o temprano explota la bomba porque la verdad no soporta estar escondida y oculta en la oscuridad, y esa explosión lo único que causa, -no sólo en los dos amantes sino en sus respectivas parejas, hijos y otros miembros de la familia-,  es dolor, odio y una tremenda  sensación de traición…  muchísimo de todo ello, y para  coronar esa desdicha, la inevitable pérdida total de la confianza.

 

Por fortuna es posible recuperarla. Para lograrlo, es necesario que la pareja trabaje muy duro en la curación de los devastadores efectos de esta experiencia. Es muy conveniente asistir a terapia de pareja, donde un profesional les apoye en este proceso. Lo que yo te recomendaré aquí no pretende suplir esa atención profesional, sino simplemente ofrecerte algunos lineamientos generales, que ayuden a lograr dicho objetivo.

 

Debo hacer la firme aclaración, de que estas recomendaciones, así como la terapia de pareja, van a ser efectivas solamente si ambos están verdaderamente interesados en seguir juntos y en trabajar para superar esta difícil situación. En mi práctica profesional encuentro que la mayoría de las parejas están en esta postura, y sólo algunas ya no tienen interés en seguir juntos y mucho menos en invertirle dinero, energía y tiempo a solucionar las cosas entre ellos.

 

Un factor muy importante para que la pareja logre superar todo el daño que la infidelidad causó, es que quien la cometió comprenda el dolor y enojo de su pareja. E insisto en esto porque con frecuencia encuentro en el/la infiel, una actitud de indignación porque su pareja le reclama y  agrede.  Hay que entender, como adultos que somos, que todos nuestros actos y decisiones tienen consecuencias y no nos queda más que asumirlas, nos gusten o no. Entonces es primordial que quien fue infiel comprenda que lo que hizo no es algo ligero y sin importancia para su pareja, sino todo lo contrario, y  obviamente, siente mucho dolor y enojo. Por tal motivo, debe “aguantarle” los reclamos y expresiones de enojo; ¿Por cuánto tiempo?  Pues el que le duren. Normalmente en el proceso de terapia se le ayuda a la persona traicionada, a procesar su enojo y todos sus sentimientos, con las técnicas y herramientas que el terapeuta maneja; esto sin duda alguna le ayudará de manera muy efectiva.

 

Por otra parte, no es de extrañar que la persona traicionada haya perdido la confianza y por algún tiempo -que variará de acuerdo a cada caso y persona-, desconfía de todo lo que su pareja le dice.  Si va a trabajar duda de que en verdad esté allá; si va a una junta, duda de que realmente esté en esa junta; si sale de casa a cualquier asunto, teme que se haya ido a ver  a su amante; si habla por teléfono, piensa que está hablando con  él/ella. Esta pérdida de confianza es totalmente normal, porque se le estuvo mintiendo durante todo el tiempo en que duró la relación.  Quien fue infiel entonces, debe tener la disposición de ayudar a su pareja a superar su desconfianza.  Una forma efectiva es que ambos hagan acuerdos respecto a esto.  Por ejemplo, el/la infiel se compromete a llamarle cada cierto período de tiempo, para aquietar sus dudas.  O tal vez acuerden que su pareja le acompañará a todos los lugares a donde sea posible llevarlo/a, o quizá decidan fijar horarios para llegar a casa después del trabajo, o comer juntos todos los días, etc.  Y estos acuerdos durarán el tiempo que consideren necesario.

 

Hay una cantidad de alternativas que en base a las actividades y costumbres  de la pareja, se pueden establecer para ayudar a recuperar la confianza perdida. En mi experiencia, cuando la pareja se ama y desean seguir juntos, quien fue infiel está dispuesto/a a hacer todas estas cosas y a “aguantar” todo lo que sea necesario, cuando ha comprendido que lo que hizo es lo que ha generado todo este desasosiego y “revolución” en su vida cotidiana.

 

Y quizá lo más importante sea que el/la infiel se comprometa honestamente consigo mismo y con su pareja, a no repetir la historia.  Ser fiel, o ser infiel, es una decisión. Y como adultos que somos y ejerciendo nuestro libre albedrío, elegimos lo uno o lo otro.  Si alguien no se puede comprometer a ser fiel, está en todo su derecho, pero debería tener la decencia de decírselo a su pareja, porque ésta también tiene el derecho de saber que la historia se seguirá repitiendo, y en base a esta realidad, podrá tomar sus decisiones.

 

Si hay amor y la voluntad de estar juntos, las secuelas de una infidelidad se pueden superar.  Si no hay lo uno o lo otro, será imposible. Es decisión de cada pareja elegir hacia donde quieren caminar.

 

 

 

 

 

 

 

 

Facebook

Registro

REGISTRATE para recibir información sobre la autora y sus libros

Debes ingresar un correo