¿CUÁLES SON LAS CLAVES DE LA VIDA PARA VIVIR MEJOR?
Desde mi muy personal punto de vista, existen ciertas “claves” en la vida, que si las seguimos y las convertimos en parte de nuestra experiencia cotidiana, nos garantizan bienestar, abundancia, salud y toda clase de bendiciones. También, por razones obvias, es muy conveniente enseñarlas a nuestros hijos. No pretendo decir que son las que te presento aquí son las únicas o las mejores, son sólo algunas de las tantas valiosas y poderosas herramientas que existen bajo el sol. Hablaré de tres de ellas.
1.- Abrirnos a recibir
Dice Deepak Chopra que si bien es cierto que en el dar se generan más bendiciones, es más difícil recibir. ¡Sí que lo es! Es difícil abrirnos a ello. Se considera de buena educación el negarnos a recibir, tanto cosas materiales, como ayuda y hasta halagos, y al parecer es mal visto que estemos dispuestos a abrir los brazos y extender las manos para recibir.
Sin duda es difícil hacerlo, pero yo tengo la convicción de que si no sabemos recibir de los seres humanos, tampoco sabremos recibir de un Poder Superior, como cada quien le llame o lo conciba, que por lo general utiliza a otros seres humanos para darnos todo lo que pedimos.
A veces me sorprende que cuando deseo dar algo a alguien cercano a mi, (ya sea que quiero pagar la cena o comprarle algo que le gustó), casi tengo que pelear para convencerle de que reciba. La reacción que la gente tiene es normalmente de vergüenza y culpa si recibe así nomás, sin haber hecho aparentemente nada para merecerlo. Yo les digo siempre: ¡caramba! Recibe por favor. Si te hace sentir mejor dame la gracias, pero recibe y punto. Y sólo hasta entonces se relajan.
Yo recomiendo ampliamente el practicar “abrirnos a recibir”, dejando de lado los absurdos prejuicios sociales que nos instan a no hacerlo, y abrir nuestros brazos con gratitud, a lo que la vida nos quiere dar a través de cualquier persona o situación.
2.- Aprender a “dejar ir”. El desapego
Muchas veces la vida nos quita algo que queremos: un trabajo, una relación, un objeto, una forma de vida. Es muy importante entender que cada cosa, situación o persona, llega a nuestra vida para enseñarnos algo y cuando esa “misión” se ha cumplido, será reemplazado con algo que nos ofrezca nuevas oportunidades de crecimiento y evolución.
Hay que aprender a confiar en que cualquier cambio es para nuestro bien mayor, o no sucedería. Cuando sea el momento de dejar ir algo o alguien, te recomiendo sentarte un momento en paz y silencio e imaginar frente a ti a esa persona, objeto o situación que se ha ido, se está yendo o se va a ir. Dile que aprecias y agradeces todo lo que dio, todos los aprendizajes, todas las vivencias; bendícelo y dile: “te dejo ir… eres libre…” y suelta, suelta, suelta. Si retienes lo que ya no debe estar contigo, también retienes el flujo de la vida. Y si lo haces, la energía, tu energía personal, se estanca, se pudre y te daña, y lo nuevo no puede llegar.
Cuando la vida nos quita algo, es porque viene algo mejor. Manejemos los cambios con alegría y tranquilidad, abriéndole los brazos a lo nuevo.
3.- “La verdad os hará libres”. Esta profunda enseñanza, palabras más, palabras menos, ha sido propuesta por innumerables Iluminados. En mi libro “En Honor a la Verdad” hablo ampliamente del cómo, a mi entender, esto se aplica en el día a día y en diversos aspectos de la vida. La “no verdad”, por así llamarle, se manifiesta en autoengaño o mentir a otros, y en cualquiera de estas facetas, angustia, esclaviza, enferma y destruye. La verdad sana y libera… por algo esta profunda enseñanza nos ha sido dada. Te invito a que observes cómo te sientes cuando actúas aliándote a la verdad y cuando no. Observa tus sensaciones, tus pensamientos, tus sentimientos, y sobre todo, los resultados que en tu vida, en tus relaciones y en tu persona, genera lo uno o lo otro.
Así, entonces, podrás decidir por ti mismo.